Una larga historia.- Los orígenes de este can se remontan a
la época de la expansión del Imperio romano. Las legiones se dividieron por
todo el Imperio para salvaguardarlo. Los soldados llevaban consigo grandes
rebaños de ganado, fundamentalmente ovino, y para su custodia y organización
les acompañaban perros de tipo moloso originarios del Tibet; que serían los
antecesores de los actuales Mastines Tibetanos, Napolitanos, etc.
A raíz de las conquistas del Imperio, los perros llevados
por los romanos a los países invadidos fueron cruzándose con los canes
autóctonos de cada región dando como resultado nuevas razas. Una de las rutas
utilizadas por los legionarios llevaba a la ciudad alemana de Rottweil, que por
aquel entonces era un importante núcleo en la compraventa de ganado. Este hecho
hacía que los ganaderos entraran y salieran constantemente de la ciudad.
Acompañándoles siempre en sus desplazamientos, llevaban perros grandes y
fuertes, que eran capaces de defender a las reses de cuatreros, alimañas, etc.
Estos perros estaban tan bien dotados y adiestrados, que los dueños depositaban
el dinero recaudado con las ventas en los collares de sus fieles guardianes.
No se sabe con certeza si el Rottwiler como tal aparece por
acción del hombre o por cruces producto del azar de los molosos tibetanos,
perros autóctonos y razas con el Bullembeiser. La verdad es que con el paso del
tiempo la raza se fue consolidando y se la empezó a conocer como 'Rottweiler
Metzgerhund', que en alemán quería decir 'perro de los carniceros de Rottweiler'.
Finalmente se le llamó Rottweiler a secas, y las labores para las que se ha
utilizado a lo largo de los años han sido variadas. Desde perro de pastoreo a
perro guardián; este poderoso animal ha servido también para la caza y arrastre
de carros